Segundo informe de progreso (abril – julio de 2011)

Hasta el momento, 1350 alumnos de nivel primario y secundario han asistido a las 12 funciones de cuentos financiadas por el Fondo Nacional de las Artes (FNA) en 6 establecimientos educativos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires que carecen de recursos propios para contratar narradores orales. Corresponde aclarar que el financiamiento del FNA no exime a los tres narradores participantes de las obligaciones laborales en sus ocupaciones habituales.

Los alumnos destinatarios de las funciones de cuentos pertenecen a comunidades de condiciones sociales desfavorables. Conviven en un ambiente de culturas diversas, producto del elevado índice de inmigración de países periféricos y de diversas provincias del interior. Gran parte de los alumnos destinatarios tienen necesidades básicas insatisfechas. Les resulta difícil reunir dinero para un espectáculo de cualquier tipo; por eso, recibir estas funciones en la escuela es una novedad que genera muchas expectativas, que los docentes saben aprovechar, combinando estrategias de creatividad de la educación por el arte con la reflexión en valores que posibilitan los cuentos como herramienta educativa. Además, las funciones de cuentos contribuyen a construir la identidad de niños y jóvenes, al tomar contacto con su patrimonio individual y comunitario, favoreciendo el desarrollo de su autonomía en beneficio de su inserción social. Con tal fin, adaptamos el repertorio según el ciclo y las características de cada grupo.

En la mayoría de los casos, era la primera vez que los alumnos asistían a una función de narración oral escénica. Sin embargo, a pesar de no tener desarrollada la atención de espectador, por no asistir con frecuencia a casi ninguna clase de espectáculos, el público interlocutor (alumnos de nivel primario y secundario) siguió el desarrollo de las funciones con un alto interés; prestaron atención y escucharon las historias de principio a fin sin interrupciones, sin necesidad de que los docentes presentes tuvieran que recurrir a medidas disciplinarias. Cabe destacar que las maestras bibliotecarias acostumbran leer cuentos en voz alta a muchos de esos alumnos, por lo cual tienen desarrollada cierta capacidad de escucha.

Al terminar la función, muchos alumnos se acercaron espontáneamente a los narradores para expresar su gusto por las historias narradas mediante besos, abrazos y pedidos de autógrafos. También demostraron su atracción por los libros donados.

Beneficiarios directos del proyecto:

·        Gran parte de los alumnos está en situación de riesgo social. Pertenecen a una población que se encuentra atravesada por diversas problemáticas, como la desocupación, una mayor vulnerabilidad social y la exclusión social.

·        Los docentes y la población total de las instituciones educativas donde se realizan las funciones de cuentos.

Beneficiarios indirectos del proyecto:

·        Núcleo social familiar de los alumnos (se intenta establecer un vínculo con la comunidad mediante las funciones de cuentos, teniendo como centro la escuela).

·        Los establecimientos educativos donde se presentan las producciones realizadas por los alumnos después de las funciones en el espacio curricular de las materias habituales.

Agradecemos a aquellos educadores que poseen las cualidades humanas y profesionales que esta propuesta requiere y que apoyan las causas de la educación, el arte y la inclusión social, mediante la decisión y la convicción personales de llegar al corazón de los niños y adolescentes a través del arte.

Gabriela Villano, Juan Ignacio Jafella, Raúl Cuevas.
Julio de 2011.